jueves, 31 de marzo de 2011

¿Nuestros dioses han muerto? Los coloquios.

 Fray Bernardino de Sahagún
Cuando pueblos de culturas diferentes entran en contacto de forma pacífica o violenta, sus distintas visiones del mundo, distintas formas de pensar y creer con frecuencia generan confrontaciones y conflictos. En la actualidad contamos con un poco mas de tolerancia y respeto hacia estos temas, evitando confrontaciones y persecuciones. Pero en e! tiempo de la penetración europea en África, Asia y el nuevo mundo ocurrían estos hechos y prevalecía casi siempre en los vencedores la idea de que era necesario erradicar las creencias de los sojuzgados, tenidas por idolátricas e inspiradas por el demonio.
Es decir a la llegada de los españoles las creencias de los indios debían ser aniquiladas.
Fray Bartolomé de las casas llamo a estos hechos "Destrucción de las indias". El consideraba el "único modo de conversión" a un lento camino de diálogo, coloquio y pacífica confrontación, invitando y atrayendo.
Innumerables son los casos referidos por crónicas e historias en los que la religión y visión del mundo se impusieron con mínimos o ningunos preámbulos en la comunidad de los vencidos. Y muy pocas son las situaciones que pueden documentarse de diálogos o "coloquios".
Los coloquios tuvieron su lugar en México- Tenochtitlán en 1524 que se encontraba disponible también en náhuatl. Donde en la transcripción participaron un fraile humanista, cuatro viejos sabios y otros estudiantes indígenas.
El libro de coloquios se daba por perdido, pero fue recobrado al menos en parte. Siendo redescubierto por el franciscano Pascual Saura en la década d los años 20, en el archivo secreto Vaticano, solo se conserva ei prologo y títulos de los capítulos de los dos libros originales, y tan solo los primeros 13 capítulos del primer libro; del texto en náhuatl solo se encuentran los 14 capítulos iniciales, todo lo demás, es decir hasta e! capítulo 30 del primer libro y ,por completo el segundo, faltan y se desconoce su paradero. Desde el punto de vista de quienes se interesan en conocer todos los aspectos de la confrontación de ideas



la pérdida más lamentable es la de los capítulos faltantes del libro primero. El segundo es un libro meramente doctrinal, con semejanza con otras doctrinas cristianas que hasta hoy se conservan.
Según Walter Lehmann, a su parecer el texto es extraordinario pues en el .se reflejan intercambios en los que se confrontaron la fe y el pensamiento europeos con el antiguo universo de los mexicanos, cuyos dioses han muerto; Se cree que entre los propósitos que pudo tener fray Bernardino al disponer su trabajo para ser impreso, es verosímil que ocupara lugar preferente el de : presentar el catecismo y doctrina cristiana sobre una base histórica.
Muchos de los capítulos del primero y casi todos los del segundo no son otra cosa que una bien formulada exposición del mensaje cristiano, hecha al modo de las clásicas doctrinas del siglo XVI. Se denota que no todo fue de fácil aceptación pues también corno algunos aceptaban algunos mas criticaban no bajándolos de locos, enfermos y demás pero no fue necesario que Sahagún o sus colaboradores se valieran de ficción literaria para poner en labios de los sabios y sacerdotes mexicas la exposición que aparecen haciendo los Coloquios, describiendo y defendiendo sus antiguas creencias y formas de proceder.
Después del rechazo que los mexicas hacían a los frailes y que estos contestaran de una manera increíble exponiendo el valor verdadero de lo que era un dios , congruente debió de ser la reacción de los mexicas escuchar ante todo la relación acerca de los motivos de la venida de los frailes, sus predicas y condenación de las creencias nativas, el texto Coloquios recoge en sus capítulos sexto y séptimo las respuestas, primero de los señores y antiguos gobernantes y luego de los sabios sacerdotes. Se dice que fueron palabras de gran dramatismo.

Lo que manifiestan los indígenas en el texto Coloquios corresponde plenamente a lo que gracias al estudio de códices, textos en náhuatl y otras fuentes, hoy podemos conocer sobre su religión y visión del mundo.


Capítulo I
Nos habla de cuando los doce padres de San Francisco (Franciscanos) llegan por primera vez a la ciudad, al corazón de México- Tenochtitlán.
Convocando a todos los gobernantes que habitaban ahí, para después darles un mensaje donde antes que nada se les decía que no debían verlos como si estuvieran por encima ya que todos eran semejantes y también eran gente de pueblo que de ninguna manera eran dioses. Solamente habían sido enviados aquí al lugar de su casa, a su agua, a su monte, a su ciudad para llevarles la palabra del que en todo el mundo es gran señor en las cosas divinas, cuyo nombre es santo padre Papa. Tenían un mensaje del rey de España Carlos V donde les rogaba a los padres que enseñaran la palabra de Dios y que les mostraran la vida cristiana. Cuando los escucho, reunió a todos sus hermanos menores, los cardenales, los puso a escuchar su palabra, su suplica, de su querido hijo el emperador. Entonces dialogaron y su solución fue que fueran allí los enviados, los elegidos para enseñarles la preciosa palabra del Señor Nuestro, Dios, pera que así los instruyeran y pudieran salvarse. Y ahí los tenían frente a ellos a los doce mensajeros que los había enviado el gobernante en las cosas divinas de la tierra, que se encontraba Roma y que les había entregado el libro divino donde se guarda su reverenciado aliento, su palabra, del que es único, verdadero Dios, del que son los cielos, del que es la tierra, el dador de vida, que solo quería su salvación.
Capítulo II
Los franciscanos dicen que el santo padre e! Papa los ha envido allí, al lugar donde está su estimable casa, y les piden que escuchen quien y como es para que no se equivoquen de é!, Porque quizá se pregunten ¿Quién es en el mundo, sobre la tierra, el gobernante en las cosas divinas? ¿Cómo es? ¿Es acaso un dios? ¿O es tal vez, como nosotros los hombres? Les dicen que en la tierra, en todas partes del mundo es gobernante de las cosas divinas, el santo padre, es un hombre varón, como nosotros, que es de buen corazón, su vida, es gran sabio, venerable imagen en la tierra, guarda el las cosas del verdadero Dios, señor. Que el dador de la vida le hizo entrega por si mismo, de su autoridad, que el también es mortal, perecedero y que cuando muere se instala en su lugar a otro hombre que viene a ser el representante, el que guarda el que gobierna, la estera, el sitia!, el dador de la vida, que se





encuentra de donde vienen, en el corazón de una muy gran ciudad, la llamada Roma. Donde e! Papa tiene a su cargo todas las palabras divinas, y que por su mandato son elegidos todos los sacerdotes, los maestros, los que cuidan, los que trabajan en las cosas divinas. Por lo cual ellos habían sido enviados por él para que con la palabra divina les iluminaran, les mostraran, les enseñaran para que lo conocieran, que él no quería paga solo el amor, la compasión y el bien, donde la gente se favorezca mutuamente.
Capítulo III
En este capítulo los españoles hablan a los indios de la palabra de Dios ya que él les encomendó de que enseñaran a todos la palabra divina.
Pero los indios empezaron a cuestionarse a cerca de el origen de la palabra divina, de cómo se había manifestado y de quien les había mostrado esas palabras divinas, a tos que los españoles explicaron que Dios quiso mostrar a los profetas !a palabra divina y les ordeno que la escribieran para que se conservara en la tierra de este modo todos los hombres eran enseñados con la palabra divina, palabras que no se asemejan a las palabras humanas según los españoles.
Los españoles decían que todos tenían que aprender dichas palabras y nadie podría contradecirlas, esta es la razón por la cual tenían que divulgar la palabra divina, enseñándola tal cual era.
Capitulo IV
Los indios se seguían preguntando quien era ese supuesto Dios, a lo que los españoles contestaron que era el santo padre en la tierra, el gran gobernante en las cosas espirituales, quien los envió y le ordeno que dieran a conocer las palabras divinas. Los indios decían a los españoles que si esa era su misión habían ido en vano ya que ellos ya tenían a un dios a quien alabar y reverenciar, además de hacer sacrificios, ayunar y hacerle fiestas cada veinte días.


Los españoles ya conocían a todos los dioses que los indios honraban y servían, pero reclamaban que si fueran dioses verdaderos, no se burlarían de ellos ni les causarían enfermedades, además de que día a día había sacrificios, lo cual provocaba miedo en la gente. Los españoles decían que su Dios jamás les haría nada parecido, ya que él no los engañaría, puesto que no tenía nada de odio ni envidia, porque todo eso él lo detesta, también decían que su Dios era amoroso, compasivo y misericordioso
Los españoles decían que su Dios era el verdadero, el que creó el cielo, la tierra y la región de los muertos, creo a los hombres y también creo a los diablos, a los que los indios tenían por dioses, pero ahora con su nuevo Dios todo iba a cambiar por lo cual los indios se tenían que sentir dichosos de recibir ese don.
CAPITULO V
En este capítulo nos habla de Jesucristo, que él hace libre la vida, el perdona los pecados y en la tierra coloco el reino de los cielos y se llama Santa Iglesia Católica. También nos dice que nadie entrara al reino de los cielos si no pertenece a la iglesia católica. En ella gran padre, Jesucristo, vigila y solo él tiene la llave que abre el reino de los cielos, nadie más.
Jesús el representante de dios en la tierra, gobierna a todos y el decide si nos merecemos entrar al reino de los cielos. La iglesia católica es la puerta al cielo, y en ella se encontraba cosas valiosas, tesoros guardados que Jesús protegía. Los sacerdotes les decían a los mexicas que aborrecieran a sus dioses, porque ellos no eran dioses, que se alejen de esas malas costumbres. Nos menciona que el santo padre es la autoridad suprema, aun más que el emperador.
También les decían que ellos, los frailes, fueron enviados por la iglesia para enseñar lo correcto, que ellos no tenían que ir hasta allá para aprender.


CAPITULO VI
En este capítulo, cuando los doce sacerdotes terminaron de hablar con los gobernantes, uno de ellos se paro y por medio de un intérprete les dijo; que hablaron mucho y mintieron, que por que habían llegado a mandar a ese lugar, si no los necesitaban. También le dijo que de donde venían, y respondieron que venían de un lugar misterioso, que habían sido mandados por el padre celestial a enseñar la palabra de dios, que venían de lejos donde vive el santo padre y el emperador.
También dice que los gobernantes no querían cambiar de gusto, que ellos estaban bien así, con creencias de sus padres y abuelos, que ellos no llegaran a romper la regla de vida, porque ellos se encargaban de cuidar al pueblo.
Los gobernantes continuaron hablado y mencionaron que ellos tienen tareas distintas, por ejemplo, los sacerdotes ofrendadores, sabios de la palabra, la acción de sangrarse, los que ordenan, los que leen, los que cuentan. Que ellos si saben honrar a sus dioses.
Después se fueron y se juntaron con los quequetzaicoa y los ofrendadores para hablar con los sacerdotes. Los sacerdotes hablaron a los ofréndelos y los hicieron sentir mal. Al siguiente día en la mañana regresaron los gobernantes y los sacerdotes le dijeron que si habían regresado ellos era porque habían oído sus palabras y les volvieron a repetir todo el sermón que les habían dicho un día antes. Cuando termino, un señor de los quequetzalcoa se levanto, los saludo y les dijo,
CAPITULO VII
En este capítulo los frailes y Cortes han llegado a la tierra donde gobernaba Moctecuzoma, este dio la bienvenida. Al igual los sacerdotes les dieron la bienvenida estos humillándose ante los frailes diciéndose macehuales (gente del pueblo) le hablaron con gran cortesía a los
frailes.


Los frailes pensaron que los sacerdotes nahuas ya habían aceptado su predicación. Con expresiones como estas que pusieron en los labios de los sacerdotes:
A vosotros os hace ojos suyos, a vosotros
os hace oídos suyos a vosotros os hace labios suyos el Dueño del cerca
y del junto.
Aquí nosotros, de algún modo, vemos en forma humana, aquí como a un humano hablamos,
al Dador de la vida,
al que es noche, viento,
porque vosotros sois su imagen, su representante.
Pero en realidad los sacerdotes no habían aceptado sus predicas. Ellos saben que su autoridad era pequeña y al haber expresado sus ideas entraban en un gran peligro.
Los sacerdotes en verdad se estaban exponiendo y con gran dolor manifestaban su situación, ya que para ellos solo quedaba el morir puesto que se les había dicho que sus dioses habían muerto.
Los sacerdotes explican cómo era el "paraíso de Tlaloc" y algunos objetos que eran apreciados por los mexicas.
Mencionaron   lugares   que   fueron   sagrados   como:   Tula,   Huapalcalco,   Xuchatlapan, Teotihuacan, etc.


Los sacerdotes nahuas decían que si ya se había perdido el mando y el poder que por lo menos se preservara la antigua norma de vida, Que era el camino para acercarse a los dioses.
CAPITULO VIII
En este capítulo los frailes le iban a revelar a los sacerdotes indígenas quienes eran los dioses a los que adoraban estos, los franciscanos ya los conocían pues estos eran demonios.
Los frailes le dicen a los sacerdotes nahuas que ellos no han hecho adoración si no que solo han practicado idolatrías.
Y desde entonces estáis ciegos,
estáis sordos, como en el tiempo de oscuridad,
en lugar tenebroso vivíais. Por esto no son muy grandes vuestras culpas.
Estas palabras les dijeron los frailes a los sacerdotes nahuas pero ellos no concebían esto ya que para ellos una acción no buena dañaba al propio "rostro y corazón", es decir a la propia persona.
¿Quienes son, cómo son, de donde vinieron,
aquellos a quienes nosotros tenemos como dioses,
a los que hacemos suplicas?


Esta pregunta la hicieron los sacerdotes nativos, y llego a tener un tono edificante, en este dialogo se muestra la buena disposición de los sacerdotes nahuas.
Capitulo IX
Es la primera lección de los frailes en donde dicen de qué modo es el dador de la vida, nuestro señor, Dios. Se les pide que escuchen pues es e! Dios, señor, el que se llama, el nombrado, dador de la vida. También se les dice que este nombre corresponde a su ser porque lo que vive, se mueve en el cielo, en la tierra y en la región de los muertos, gracias a él vive. Porque él es quien da la vida, el moverse,, la raíz de la vida, la fuente de la vida. Que él invento todas las cosas y lo que no es visible él nunca lo comenzó y nunca tuvo principio y que antes de que la tierra y el mundo tuviera principio él ya existía. Que él nunca tendrá fin ni experimentara cansancio o alteración y que nunca envejecerá y todo lo que es bueno, recto, todo lo que es alegría, bienestar, riqueza, está en él. Su riqueza, bienestar, señorío, mando, gloria, fama no tuvieron principio y tampoco tendrán fin. Toda la aflicción^, angustia, pobreza, tristeza, descontento, envidia, odio, y todo lo malo no está en él porque él es vida, vivir, alegría, bienestar, riqueza verdad siempre. No se dirige a ninguna parte ponqué existe en todos lados. Protege y cuida todo sin importar que tan pequeño sea. Dios todo lo puede, él invento, hizo el cielo, la tierra, la región de los muertos, solo con su palabra. Dijo: que se haga así, luego se hizo. Y sobre todo nos ama a nosotros los hombres, porque todo lo que hizo lo hizo por nosotros.
El sol, la luna, las estrellas, los cielos, la tierra, el mundo, el agua inmensa, el viento, los venados, los conejos, y todo lo que nosotros necesitamos él lo hizo.
Capitulo X
Este capítulo habla acerca de los ángeles, y su importancia para los frailes, pues en función a la confrontación entre los ángeles buenos y malos iban a explicar quienes eran realmente sus dioses.
Aquí habla sobre cómo el dador de vida, Dios, hizo a los ángeles. Comienza diciéndonos que al principio de los tiempos, cuando no existía anda, primero construyo su palacio muy grande y espacioso, repleto de riquezas, y después creó a sus príncipes. Eran maravillosos, sabios y muy fuertes. Nosotros no podemos verlos porque no tienen carne como nosotros, solo son espíritu. Pero había uno de ellos que era más fuerte, bello e inteligente; su nombre era Lucifer. El quería ser igual a Dios, ser igual de poderoso que él y hubo quienes se pusieron de su lado; pero por otro lado estaba San Miguel quien le haría la guerra y le diría que nadie iba a igualarse a Dios. Se dividieron los bandos, de un lado estaba Lucifer y todos los que se le unieron y por otro lado estaba San Miguel y todos los que estaban con él. Fue una batalla terrible pero Dios ayudó y le dio más fuerzas a San Miguel y así pudieron derrotar a los malvados. Los que fueron vencidos fueron despojados de sus poderes y de su rango. Fueron expulsados del cielo y fueron llevados a un lugar donde solo hay oscuridad y se transformaron en demonios. Todos ellos iban por el mundo fingiéndose dioses y mintiendo a la gente, todos ellos dioses que los indígenas habían adorado y ninguno de ellos es Dios. Todo esto atrajo en alto grado la veneración de los indígenas.
Capitulo XI
Los frailes dicen como los diablos se las ingenian para engañar a los hombres en la tierra, y los frailes piden que escuchen como después de que esos malvados demonios, del interior del cielo fueron arrojados, vieron de qué forma podrían abominar del todo al dador de la vida, Dios. Y que como a él lo habían perdido totalmente estaban privados de la estera, del sitial, en el cielo, del mando.
Así que de este modo le tenían envidia a él, odiaban a todas sus criaturas y murmuraban de él. Por lo que un día se reunieron todos y su jefe Lucifer les dijo: que después de la manera de cómo fueron menospreciados y arrojados del cielo era necesario hacer la guerra con las criaturas de Dios, de modo muy especial a los hombres en la tierra, a los que son sus vasallos y que era necesario desatinarlos. Donde también les dice que es necesario hacer que los hombres tengan adoración hacia otros dioses, que hagan suplicas a la luna, a las estrellas, y a ellos los diablos para que den pena a su creador y así como ellos siempre lo abominen. Lucifer les dice en donde, y de qué manera deben manifestarse ante los hombres, en figura humana, en la cumbre del monte, en barrancas, en llanuras, en las cuevas, y así provocarles contiendas para que así entre los hombres de la tierra vivan haciéndose guerras, odiándose mutuamente, que unos a otros se den muerte, que no se


amen entre sí, que nunca vivan en paz. Que tengan en su mente las transgresiones que ofenden el corazón de Dios (que son los pecados capitales). Los frailes han contado la historia de los que se andan burlando de ellos, los que los oprimen, a los que les dedicaban oraciones , los que pensaban que eran sus dioses, los que en verdad no son nada bueno y son sus enemigos, los que causan daño, los que los hace miserables, porque son engañadores, malvados, los inhumanos diablos.
Capítulo XII
Se dice como son dichosos los ángeles y como a ellos ordeno el señor nuestro que nos auxiliaran.
Los ángeles, que son hijos de nuestro señor Dios, después de que vencieron y ahuyentaron del cielo a los perversos, delante del rostro de él dador de la vida Jesucristo, se inclinaron frente a él, le agradecieron el haberlos fortalecido y auxiliado para vencer a sus enemigos, y le dijeron: porque no por nosotros mismos tenemos nuestra fuerza, si no solo por tu benevolencia pudimos vencerlos. Por ello nosotros que somos tus vasallos, que somos hechura tuya, lo que tú quieras que se haga sobre nosotros. Porque nada es nuestro poder, no tenemos autoridad, nada es nuestra fuerza. Entonces el señor les dijo: queridos hijos míos tomar, recibir el reino que existe para siempre que para nosotros tengo dispuesto. Donde les dijo que siempre estarían a su lado y felices y a quienes se les encomendaría algo en lo cual le servirían serian los serafines los cuales cuidaran a los hombres de la tierra, para que los diablos no les hicieran nada, pues el señor estaba enterado de lo que los diablos habían convocado. Diciéndoles que siempre les dará gran sabiduría, gran fuerza, les dará propiedad de mando, les hará merced de ser guías de otros, que los defendieran de los diablos y que enseñaran al que guía en las cosas espirituales ( el Papa) para que pueda hacer su oficio. Mientras los arcángeles solo serian enviados cuando se requiera una gran embajada, que tenga que ir a la palabra. Solo servirían para los mensajes, ampararían y cuidarían a cada uno de los hombres en la tierra.
De este modo los honro el señor nuestro Dios, que gobierna, a aquellos buenos y rectos ángeles, los que se contaron de su lado, los que honraron.


Capitulo XIII
Hablan sobre el dador de vida que es el dios de los judíos. Tratando de decir quien era y que era un conocimiento necesario, habla de las creaciones y de los días en que tardo en hacer criaturas y demás.
Habla del padre común que lo nombran como Adán y la madre la nombran como Eva. Habla de cuáles fueron sus descripciones. Los puso en un lugar colorido que se le llamo Paraíso Terrenal. Les dijo de donde podían comer pero solo les prohibió uno.
Habla de que ahí nunca moriríamos y describe que se encuentra en los cielos. Capitulo XIV
Empieza a hablar sobre los demonios querían adueñarse en el interior del cielo. Empiezan a hablar del su exilio y sobre su motivo de estar ahí. Y pues provocando que Lucifer dando seducción y tentaciones al primer padre y madre.
Y el dador se molesta y exilia a los primeros padres por a ver desobedecido sus ordenes, provocando un exilio y dolor. Aquellos tuvieron hijos llamados Caín y Abel. El diablo engaño a Caín provocando matar a su hermano menor Abel. Provocando maldición pero habla de que los otros hijos de Adán vivieron de otra forma, después al morir Adán fueron engañados por los demonios y el dador los castigó.
Después el dador por querer llegar a la cima el hizo dividir las lenguas las cuales eran únicas.

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